Santa Marta, una ciudad turística que esconde bajo sus raíces una gran historia
En el centro histórico de Santa Marta, la historia prevalece
La ciudad de Santa Marta, es
considerada como la ciudad más antigua de Colombia y la segunda más antigua de
Sudamérica. El Centro histórico y principalmente el Parque Simón Bolívar,
guardan recuerdos de héroes, batallas y construcciones que aún, están en pie.
El Parque
Simón Bolívar
A las nueve de la mañana, de un día
poco soleado, camino con mi cámara fotográfica y una pequeña y plateada grabadora
periodística, observando con atención las variedades de personajes que llenaban
el arborizado lugar y las cuáles estaban vigiladas por un grupo de hombres vestidos
de verde, con botas negras, un bate en la mano y un radio que les avisaba todo
el tiempo lo que estaba ocurriendo en otros lugares de la ciudad.
Y es que el Parque Simón Bolívar de
la ciudad de Santa Marta, ubicado en el centro histórico entre las carreras
primera y segunda B y entre las calles catorce y quince oculta no sólo
personajes; sino que es el paso de peatones, el rostro de los fotógrafos
aficionados y turistas, el punto de venta de minutos y unas lindas y
coloridas mochilas wayuu.
Parque Simón Bolívar (mirada hacia la Bahía de Santa Marta)
Las
cautelosas guajiras
“Las wayuu”, como les dicen o se
hacen llamar, son un grupo de 3 mujeres guajiras que desde hace diez años
dejaron su calurosa tierra y se vinieron hasta Santa Marta en busca de ampliar
sus ventas de mochilas wayuu que ellas mismas tejen con algodón en crochet, las
cuales representan para ellas inteligencia y sabiduría.
“Vendemos depende del color que le
guste a la gente” dice Carmen, un señora de unos 40 años y de piel morena. Las
otras dos mujeres son Andrea y Angélica. Las tres, están ubicadas en un
callejón entre el Banco de la República y la Casa de la Aduana y visten siempre
sus mantas guajiras. Cuando me acerco a ellas y les pregunto sobre su trabajo,
no me miran mucho, más bien agachan la mirada y se concentran en su fabuloso
tejido. Luego me acerco de nuevo a Carmen, le pregunto que desde hace cuánto
vive en Santa Marta, -“desde hace diez años”, me responde con la voz un poco
más baja mientras saca de su mochila una bola de hilo para tejer, la enhebra en
su aguja de crochet y comienza con su labor diaria, dándome a entender que no
quiere hablar de su vida personal.
Espero un momento y lanzo otra
pregunta, entre nuestro silencio y el ruido de la calle, oigo un murmullo en
lengua wayuu. ¿Quién sabe que me dijo? Mejor me voy.
Angélica y Andrea organizando sus mochilas en el callejón
entre el Banco de la República y
La Casa de la Aduana.
Las
construcciones arquitectónicas
No camino mucho desde el sitio de
venta de mochilas para encontrarme con La casa de la Aduana o Casa de Bolívar.
Una bella infraestructura colonial de dos pisos donde actualmente reposa en
capilla ardiente el cadáver del cuerpo del Libertador Simón Bolívar y la cuál
era el Museo del Oro Tayrona hace unos años.
Construida en 1530 bajo la gobernación
del español García de Lerna, ésta casa de mampostería que aún se mantiene en
pie, ha sido la guarida de muchas obras y personajes históricos. Primero sirvió
como Casa de Gobierno y luego, ante los ataques a la ciudad por parte de
piratas y bucaneros fue tomada por el pirata Robert Waal en 1543. De ahí en
adelante ha sido llamada con varios nombres como La Casa de la Aduana -dado que
allí funcionó el Consulado de Aduanas-, Castillo de San Lázaro y Palacio Verde.
Casa de la Aduana
Reconstruyendo
el centro histórico para hacer más turismo
Luego de haber recorrido un lado de
los alrededores del parque, cruzo para observar mejor la demolición de un
antiguo edificio que contenía un estadero llamado “Chili” el Casino “La Playa”
y dos locales artesanales. “Este lugar era muy tradicional, traían hasta
conjunto vallenato”, dice Aramy Campo, el celador de la construcción. -¿Y ahora
qué piensan hacer? –“un centro comercial llamado Tesoro del Mar y es realizado por
la constructora Infante Vives dirigida por el doctor Francisco Infante
Vergara”. -¿Cuántos locales va a tener? –“locales de ocio ya sabe, una
heladería, un casino y una sala de bolos”. -¿Y cómo para cuando cree que estará
lista? –“El jefe lo quiere ya, para la próxima semana se inicia la
construcción. – ¡Muchas gracias Aramy!, me acerco a tomar unas fotos y me voy.
Pero ahora, me dirijo hacia uno de los monumentos más valiosos y antiguos de la
ciudad, ubicado en el camellón de la Bahía de Santa Marta.
Así será el Centro Comercial Tesoro
del Mar.
Otras
construcciones importantes
A las 12 del día y con el sol más
brillante, comienza como es común, la hora pico en la ciudad, muchos autos
pitan y la gente camina aceleradamente para llegar a sus casas luego de una
mañana agitada.
Los pitos me perturban un poco, así
que camino hasta cruzar la calle quince y encontrarme con una casa de color
azul cielo, ubicada en una esquina donde actualmente, se encuentran las
oficinas de Metroagua.
Esta casa es de los Alzamora, fue sede de respetables familias samarias y construida en 1750. En una de sus
habitaciones, el Doctor Manuel Murillo Toro, instaló una imprenta en 1845, dando vida al primer periódico económico de Colombia y de América del Sur.
“La Gaceta Mercantil” se convirtió no sólo en un medio de comunicación que
ayudó a difundir sus ideas educativas, sino que además fue la escalera para que
José Hilario López subiera a la presidencia en 1849.
Casa de los Alzamora
Así, luego de
una larga investigación, camino de nuevo hacia “la primera” a esperar un bus
que me lleve hasta mi casa, pues con las ideas claras y unas demostrativas
fotos, estoy lista para escribir un gran reportaje sobre el recorrido de Santa
Marta desde su fundación hasta la actualidad.
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